Gestión de la Universidad de Sevilla contra la plantilla

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El Rector de la Universidad de Sevilla contrata a despachos laboralistas externos para ir contra la plantilla de profesorado

Para nuestra sorpresa, recientemente hemos tenido conocimiento de que el Rector de nuestra Universidad está contratando a despachos laboralistas externos para actuar contra los derechos laborales de la plantilla de profesorado. La primera noticia a este respecto la hemos tenido durante un juicio que se ha desarrollado a raíz de una demanda interpuesta por un compañero con contrato predoctoral que pide que la Universidad de Sevilla (US) le indemnice por finalización de contrato, como ocurre en muchas universidades y centros de investigación. En este contexto, el Rector de la US ha contratado al despacho de abogados laboralistas ‘Martínez Escribano’. Este prestigioso despacho laboralista suele actuar para patronales y gobiernos conservadores. Por ejemplo, fue contratado por el Ayuntamiento de Sevilla cuando Juan Ignacio Zoido fue Alcalde.

Este Rector que repite una y otra vez que es “compañero” del profesorado cuando se sienta con las representaciones sindicales está actuando ya como si fuera un gestor externo a nuestra Universidad, a la que gestiona como una empresa privada que busca beneficios crematísticos a corto plazo y a toda costa, cualesquiera sean los costes sociales y académicos. Estamos ante un Rector que emplea el dinero público de nuestra Universidad en contratar costosos bufetes de abogados privados para cercenar los derechos laborales de la plantilla. Tenemos un Rector que entiende la Gobernanza como un neoliberalismo salvaje y que, además, malgasta el dinero público. Contratar a un prestigioso despacho de abogados para ir contra los derechos de un contratado predoctoral, con un salario de apenas 1000 euros, cuesta más que la indemnización por fin de contrato que pide este trabajador conforme a derecho. En vez de extender y reconocer derechos, que ya se han reconocido en otras universidades, nuestro Rector se empeña, una y otra vez, en mantener la precariedad laboral a costa de escamotear derechos. Parece que el Rector entiende que debe tener siempre la razón en el ejercicio de su liderazgo, sin embargo, un buen líder escucha e intenta facilitar las mejores soluciones para el colectivo, sin imponer sus argumentos cueste lo que cueste. No hay límites para contratar abogados externos que cobran por dar la razón al Rector, aunque el resultado sea el incumplimiento de los derechos laborales más elementales.

Desde el profesorado del SAT-US llevamos tiempo exigiendo que se fortalezca el servicio jurídico de nuestra Universidad para, por ejemplo, contestar con más fluidez a los numerosos recursos que se interponen frente a las resoluciones de concursos de plazas de profesorado. Además, también hemos exigido que el servicio jurídico de nuestra universidad tenga formación específica en la lucha contra la opresión de género, los abusos y el acoso.

Por una universidad al servicio de la sociedad y sus plantillas