La CRUE silencia los crímenes que comete Israel

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En un acto sin precedentes, una delegación de la CRUE visitó las universidades israelíes del 4 al 7 de diciembre. La delegación estaba compuesta por siete representantes, entre ellos el Rector de la Universidad de Extremadura y actualmente presidente de la CRUE, el Rector de la universidad de Jaén, y la Rectora de la universidad de Granada.

En esta visita se reunieron con sus homólogos de la universidad hebrea de Jerusalén, Instituto Weizmann, Universidad de Tel Aviv, Universidad Bar Illan, y el instituto Technion. Estas instituciones de formación superior e investigación se caracterizan por su estrecha conexión con el ministerio de defensa israelí, el desarrollo de armas de destrucción masiva, sistemas de información en el campo de batalla,  protocolos de seguridad, detección y torturas (ver más en este informe, pag. 110-117). Además, estas universidades e institutos de Israel conceden becas y privilegios a quien haya participado activamente en algunas de las operaciones militares que dejan miles de personas asesinadas en Gaza y Cisjordania.

La CRUE no solo ignoró estos hechos, sino también las 90 resoluciones de la ONU que Israel incumple de manera sistemática. Además, esta visita se realizó tan solo 20 días antes de que el estado de Israel fuese nuevamente condenado por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. La resolución 2334 condena la construcción de colonias israelíes ilegales en los territorios ocupados palestinos. Aprobada con el voto afirmativo de 14 países, y la abstención de EEUU.

Habría que recordarle a la CRUE que los propios estatutos de las universidades públicas del estado español exponen la obligatoriedad de ponerse al servicio de la defensa de los derechos humanos y de la paz, y no a apoyar a estados ilegales, racistas y asesinos que sistemáticamente incumplen las resoluciones de la ONU.

Es urgente que la CRUE realicen una visita para establecer acuerdos con las universidades palestinas, que no se dedican a la investigacion de armas ni torturas, sino que desde una ocupación militar que hace imposible la vida, continúan luchando para generar conocimiento, tesis doctorales, proyectos de investigacion, intercambio de estudiantes y profesorado, y sobrevivir a pesar de los crímenes del estado de Israel.