Nuevo baremo para los concursos de PDI

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Aprobado el nuevo baremo y normativa para la contratación de PDI

Hace dos años el SAT-PDI vio la necesidad de proponer, junto con el Comité de Empresa del PDI-Laboral, una reforma del baremo empleado en los concursos públicos para la contratación de PDI Ayudante y Doctor, Asociado y Sustituto Interino. Esta iniciativa partía de las reclamaciones y problemas trasladados desde diferentes colectivos y personas afectadas al SAT-PDI y al CdE. Entre ellos, cobraban especial importancia:

    • La interpretación del Mérito Preferente que, en lugar de sumar una puntuación, ordena a l@s candidat@s en función de si posee o no este mérito y, a partir de ahí, de la puntuación obtenida. Esta interpretación, que atribuye al mérito preferente un peso decisivo en los concursos públicos, es considerada por numerosos colectivos y compañer@s excluyente.

    • El carácter excesivamente genérico del baremo general, que ha favorecido la coexistencia de baremos específicos, elaborados por los departamentos y/o comisiones de contratación, muy dispares y sujetos, en no pocas ocasiones, a criterios arbitrarios. Desde hace años el número significativo de recursos presentados, en especial en las plazas de AyD, y las reclamaciones trasladadas al CdE apelan a una mayor transparencia y objetividad en los concursos públicos.

    • Las limitaciones para dar cabida a la diversidad de perfiles que en la actualidad concursan a estas plazas, en un contexto marcado por la extrema precariedad e inestabilidad laboral y por el incremento de candidat@s acreditad@ procedentes de diferentes trayectorias (pre-doctorales, postdoctorales, PSI, ASO).

    • La imprecisión de la normativa que regula el Coeficiente de Afinidad, que se ha traducido en formas muy distintas de aplicar este coeficiente dentro de una misma universidad y, a veces, poco transparentes y abusivas.

Aunque el nuevo baremo elaborado por el Vicerrectorado de Profesorado se aleja en muchos aspectos de las primeras propuestas realizadas desde el CdE, que incluían demandas y propuestas que llegaban al SAT-PDI desde diferentes vías y colectivos, creemos que constituye un avance respecto al baremo actualmente vigente. Por ello, el SAT-PDI se ha sumado al apoyo dado desde el CdE. Un avance precisamente en la línea de los problemas señalados:

    • Incluye una reforma del Mérito Preferente que pasa a interpretarse de forma más incluyente y justa: sumando una puntuación relevante al cómputo total, como en el resto de universidades públicas andaluzas.

    • Se basa en un modelo de baremo desglosado que permite garantizar una mayor transparencia y objetividad en los procesos de baremación, a la vez que contempla algunas de las especificidades de las áreas en los listados anexos elaborados por los departamentos y comisiones de contratación.

    • El desglose incluye un abanico amplio de méritos que permite valorar y dar cabida en los distintos bloques (rendimiento académico, docencia, investigación, transferencia de conocimiento y experiencia profesional) a los méritos de los diferentes perfiles.

    • Regula de forma más homogénea, precisa y justa el Coeficiente de Afinidad, al aplicarlo mérito a mérito, al tiempo que permite que los departamentos y áreas puedan definir y publicar, antes de la celebración de los concursos, el listado y la puntuación de áreas de mayor a menor afinidad.

Reconocer los avances no implica, sin embargo, obviar y dejar de denunciar aquellos otros aspectos que no compartimos del nuevo baremo y que reproducen un modelo de universidad basado en la lógica ANECA-Sexenios. Unos criterios de ‘calidad’ que no llegan a valorar cualitativamente la calidad de la producción académica; que, como consecuencia de la sobrecarga de trabajo, hace incompatible alcanzar, en la práctica, la calidad en la docencia y en la investigación; que favorecen el colonialismo anglosajón en el ámbito científico; que imponen los criterios y formas de trabajo de determinadas áreas al conjunto de ramas de conocimiento, teniendo consecuencias especialmente graves en las ciencias humanas y sociales. Unos criterios que priman la entrada del mercado en la universidad, cuando lo que sobra es mercado y falta humanidad.

Desde nuestra sección sindical pensamos que ya es hora de recuperar la convocatoria de plazas de ayudante para reforzar la plantilla de PDI con personal que comience su carrera académica.

En este proceso hemos aprendido mucho como sección sindical y como trabajadoras y trabajadores de la universidad pública. Hemos sufrido las contradicciones que conlleva la negociación de algo que tanto nos afecta como PDI – y que por tanto creemos que hay que mejorar- pero que al mismo tiempo no compartimos en su lógica depredadora -y por la que creemos que hay que combatir-. Para poder avanzar no solo más, sino también mejor, se hace imprescindible la participación del PDI en su conjunto. En esta universidad es difícil por todos los corsés que se nos imponen para la participación colectiva, pero desde el SAT-US-PDI seguimos animando a las compañeras y compañeros a implicarse en el día a día.

¡¡¡Porque entre tod@s construimos la Universidad Pública!!!