Curso 2017-18: luchando contra un capitalismo académico individualista, neoliberal y clientelar
Ya entrado el verano, aprovechamos para resumir lo más importante de la actividad de nuestra sección sindical del PDI del Sindicato Andaluz de Trabajadores/as en la Universidad de Sevilla (SAT-US-PDI) con el objetivo triple de hacer balance crítico, ser transparentes e impulsar la acción para el próximo curso.
En este curso académico, el Rector de la US ha consolidado su inserción en el capitalismo académico apostando por un modelo de organización empresarial neoliberal crecientemente desigual, injusto y antidemocrático. Continúa la asignación de recursos y la contratación de personal según criterios vinculados a la captación de fondos externos, sin prestar atención a objetivos de interés social o equidad interna en la plantilla. Mientras se premia a líneas y grupos de investigación “rentables” se abandona y sobrecarga de trabajo a otros que, pese a una elevada demanda social, no contribuyen al “negocio universitario”. Se consolida así un modelo universitario injusto e ineficaz que sacrifica la labor social de la Universidad: la docencia y la creación de un pensamiento crítico para la formación de una ciudadanía democrática y solidaria para una sociedad libre y sostenible.
Este capitalismo académico se traslada al PDI a través de distintos mecanismos perversos. La competencia individual destructiva se está instaurando en forma de una loca carrera por acaparar méritos desvinculados de las necesidades sociales para mantener los puestos de trabajo. La carrera docente continúa sin aclararse, reduciendo el concepto de “calidad” a criterios mercantiles (claro caso de las publicaciones JCR) y basada en criterios poco transparentes, aplicados con alta arbitrariedad tanto por la ANECA como la CNEAI. La actividad investigadora financiada con fondos públicos está siendo apropiada de forma gratuita por el negocio de las grandes editoriales que, además, imponen su control ideológico sobre los contenidos. A esto se une el aumento de los colectivos del PDI con salarios y condiciones laborales precarios, como es el caso de las y los investigadores contratados a través del Capítulo VI. Una parte importante de este colectivo, así como del profesorado asociado y PSI, realiza tareas estructurales equivalentes a las realizadas con mejores condiciones laborales por otras figuras contractuales. Al profesorado Ayudante Doctor (AYD) se le exigen unos méritos de investigación inalcanzables en 5 años a la vez que se les niega el derecho a la promoción al no reconocer las acreditaciones a Profesorado Contratado Doctor (PCD). Todas las figuras reciben crecientes exigencias de “calidad” en la investigación y la docencia sin medios para ello. Esta situación está llevando a la “corrosión del carácter” universitario, la fractura e insolidaridad entre el PDI que compite en clave individual. Este modelo individualista y neoliberal se está implantando en la US con una clara falta de transparencia y democracia, y con elevadas dosis de arbitrariedad, dándole un “genuino y diferencial” carácter clientelar. La ineficacia e injusticia de este capitalismo académico individualista, neoliberal y clientelar impulsado desde el Rectorado solo está siendo compensado por el buen hacer y el compromiso cooperativo de una parte de la plantilla y del alumnado que se organiza y resiste colectivamente a esta violencia institucional.
En este contexto, el curso 2017-18 ha sido y está siendo un curso muy intenso en el SAT-US (como suele ser habitual). Gran parte de nuestras fuerzas las hemos puesto en apoyar la lucha del Colectivo de PDI AYD y Contratado Doctor interino (PCDi) por la #PromociónVíaAcreditación para el paso a Contratado Doctor (incluidas 3 #HuelgaPDI convocadas desde el Comité de Empresa). A pesar del trabajo del Rector de la US contra su propia plantilla y de las traiciones de las burocracias sindicales, esta lucha ha conseguido un acuerdo que, aunque insuficiente, mejora las posibilidades de estabilidad de PCDi, además de impulsar el debate por la mejora del modelo de carrera académica. En esta línea de lucha por la dignidad del empleo en la US estamos apoyando al colectivo del Capítulo VI, autoorganizado en una asamblea de base, en su lucha por visibilizar su trabajo y por la estabilidad laboral, y a los y las compañeras con contrato predoctoral en sus demandas por el cobro de trienios e indemnización por despido. Además, hemos denunciado públicamente el aumento de las tasas para los concursos de PDI en la US, sin tener en cuenta a colectivos socialmente vulnerables.
Como venimos haciendo desde que los Rectores aplicaran la austeridad neoliberal, hemos seguido presionando para que no haya ni un solo PDI por encima de 240 horas de dedicación docente presencial anual, denunciando públicamente que no se cubran ni bajas, ni jubilaciones y se reduzcan continuamente grupos docentes.
En el marco de la “gobernanza” universitaria, seguimos denunciando la insuficiente calidad democrática de la US, que va desde un nivel bajo de participación de la comunidad universitaria a un sistema clientelar de casta académica en el Claustro, pasando por el ataque del Rector al derecho a la huelga mediante la imposición de servicios mínimos del 100%, declarados abusivos por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, y el intento de poner en marcha un sistema especial de control de asistencia y sanción durante huelgas.
Durante este curso hemos seguido desarrollando las labores de la presidencia del CdE, así como la actuación al servicio de la plantilla de nuestros 9 delegados en el CdE y 5 en la JdP que han venido tratando multitud de casos individuales y colectivos. En estos órganos de representación de la plantilla anunciamos nuestra ruptura del acuerdo con CSIF después de que este sindicato firmara un acuerdo en la Mesa Sectorial de Universidades Andaluzas que traicionaba un punto clave de nuestra colaboración: la lucha contra la precariedad laboral.
En nuestra acción social hemos seguido llamando al boicot académico (y global) a Israel en defensa del pueblo palestino, denunciamos la violencia estatal en el referéndum por la independencia en Catalunya y hemos participado en la Comisión de Igualdad de la US, aportando ideas en la lucha contra el machismo y por la conciliación de la vida personal y profesional. En esta línea participamos activamente en la huelga feminista del 8 de Marzo y conseguimos (en la Mesa de Negociación de la US) una reducción de docencia presencial anual de 40 horas por nacimiento o adopción. También continuamos durante este curso con nuestro empeño en construir una práctica real de Tolerancia Cero frente al acoso y los abusos en nuestra Universidad. En esta línea, nuestros/as delegados/as de prevención han seguido participando activamente en el Comité de Salud y Seguridad y hemos lanzado seis comunicados de la serie ‘la Punta del Iceberg’. También hemos apoyado, desde la JdP, a una profesora en su lucha por la readmisión de nuestra Universidad de la que fue expulsada injusta y arbitrariamente. Además, nuestros/as delegados/as de prevención han actuado en pro de la mejora de las infraestructuras y otros temas relacionados con la prevención de riesgos laborales. También hemos participado y difundido movilizaciones por la justicia social, como las Marchas de la Dignidad, y hemos anunciado que nuestros delegados y delegadas no estarán más de 8 años seguidos en CdE y JdP, llamando a la participación sindical del PDI para que la herramienta del SAT sigua viva y útil en nuestra Universidad. Desde el SAT-US llamamos al PDI a movilizarse por sus derechos y por una Universidad Pública que funcione como un servicio social.
Por una Universidad Pública de calidad al servicio de la mayoría social.