Según fuentes bien informadas la CRUE (Colegueo Rectoral con Utensilios y Entremeses) estaría usando información privilegiadísima para hacerse con el monopolio de las tiendas de bocadillos.
“Ya estábamos con la investigación en marcha – nos cuenta un destacado responsable de la policía patriótica – cuando el extraño comportamiento de los rectores electos de las universidades públicas de Sevilla confirmaron nuestras sospechas”. Y es que, al parecer, ambos rectores habrían contratado la celebración de sus respectivas tomas de posesión en una conocida tienda de bocadillos de la avenida de Reina Mercedes. “Nos llamó mucho la atención que ambos mandatarios decidieran cambiar los típicos canapés y bandejas de adobo y croquetas por un mostrador en el que se prepararían bocadillos tipo recreo”.
La trama comenzó a ponerse en marcha en mayo y podría implicar a todas las administraciones: desde el Ministerio de Investigación y Astrología a las universidades, pasando por los gobiernos autónomos de Ceuta y Melilla. Según las investigaciones practicadas, la compra de miles de cámaras para que las universidades pudieran volver a la docencia semipresencial coincidió con un extraño movimiento de compra de negocios de bocadillos cercanos a los campus universitarios. “No hay un buen modelo docente sin algo que llevarse a la boca”, se le escuchó susurrar a la Secretaria General por los pasillos de la Antigua Fábrica de Tabaco.
“En aquel momento lo estábamos pasando muy mal – cuenta un expropietario de una de estas tiendas -, lógicamente tuvimos que cerrar, la situación era muy angustiosa…”. Según su relato a principios de junio le llamó una persona interesada en su negocio, “después nos enteramos de que es miembro del equipo de gobierno de la universidad… Uno de esos que trabaja para el delfín del delfín del delfín…”. Siempre según su relato, esta persona adquirió, en nombre de una sociedad anónima con sede en un paraíso rectoral, todas las tiendas de bocadillos de la zona a precio de saldo. En Madrid, este grupo es dueño de todas las tiendas de bocatas desde Metropolitano hasta Princesa. En Sevilla, se han hecho con todas las tiendas de víveres de Reina Mercedes, Macarena, y Ramón y Cajal. Solo una tienda en la calle San Fernando ha aguantado el envite como la famosa aldea gala. En Málaga, no hay tienda de Teatinos que no sea de este grupo… y así por toda la geografía española en un movimiento sin precedentes. “Así empezó Mc Donald y ahora tienen hasta un payaso…”, se le ha escuchado decir a la presidenta del Consejo Social un día que le dio por acudir a la US.
“Hay que ser prudentes para no cerrar la investigación en falso – nos cuenta nuestro confidente policíaco – pero hay evidencias de que la CRUE se ha tirado en plancha al negocio del sándwich”. Las investigadoras centran estas evidencias en dos factores. Por un lado, la oportunidad de comprar justo cuando solo ello/as sabían que el alumnado, aunque fuera por turnos, volvería a las aulas en octubre. Por otro lado, la forma de gestionar las relaciones laborales en estos negocios. “Nos han reducido al mínimo el salario base – nos dice una empleada de una tienda de bocadillos – y han creado un complemento salarial que llaman bocenios”. Parece ser que una agencia externa de acreditación, muy transparente (por los cojones), evaluará cada seis años la calidad de la masa madre y el desempeño de estas plantillas ultramarinas, aunque no todas las empleadas tendrán acceso a esta evaluación a no ser que lo diga el Tribunal Supremo y sus Gaviotas.
Cuando hemos preguntado al Excmo. Rector de la Universidad de Sevilla acerca de esta investigación nos ha manifestado: “No me encontrarán ustedes entre aquellos que desprecian un buen vegetal de pollo con salsa rosa”.