Cuando acabe la pandemia: defender y reforzar los servicios públicos
Vivimos un momento singular en el que, debido a causa de un virus, en todas partes del mundo se han generado situaciones de alarma, preocupación y crisis sanitaria. El virus nació en el centro de producción mundial y comercio (China) y se ha ido propagando por todos los lugares contagiando a todo tipo de personas. Sin embargo, los países con menos recursos, los sectores más empobrecidos (con menos recursos), las sociedades con sistemas sanitarios más débiles, están padeciendo este virus con mucha menos protección y, por lo tanto, su nivel de vulnerabilidad es mucho mayor. Las causas habría que pensarlas más allá del virus. Hay que plantearse qué sistema de producción y reparto estamos generando con granjas de animales masificadas, con ciudades enteras llenas de contaminación, con mares llenos de plásticos, basureros desbordados, deforestación, pérdida de biodiversidad, y con un cambio climático que ya solo es negado por políticos como Trump, Bolsonaro o Abascal.
Creemos que, además de gestionar la actual emergencia, hay que ir pensando en cómo se va a salir de esta situación. Anticipamos que habrá fuerzas poderosas que querrán que de esto se salga con más liberalización, con más recortes, con menos impuestos para las grandes fortunas, con más control y menos libertades para la mayoría de la población. En definitiva, lo que siempre han hecho: socializar el dolor y el sufrimiento, y privatizar las ganancias. Ante eso, tenemos que dejar un mensaje claro de que no queremos una salida de esta situación como la salida de la crisis/estafa de la década anterior, cuando se recortaron salarios, derechos, servicios públicos, libertades y protección social. Queremos una salida en la que se defiendan y refuercen más que nunca los servicios públicos. Queremos subidas masivas de impuestos para los ricos y protección social para la mayoría de la gente que va a tener dificultades durante esta crisis. Queremos salir con un plan que cuide la naturaleza, que cuide la investigación y la sanidad, que cuide la educación pública y al personal sanitario, que cuide la vida y no el capital.