Una fotografía que simboliza la correa de trasmisión de los recortes
Los órganos de gobierno de la Universidad de Sevilla hace tiempo que parecen la antesala de un salto a la política de partidos e institucional dentro del gobierno andaluz.
La semana pasada durante la Feria se produjo una imagen simbólica que ilustra la relación directa entre las políticas de recortes en la Universidad y sus relaciones con el gobierno de la Junta de Andalucía.
Los mandatos de recortes empiezan con órdenes por parte de los organismos internacionales (FMI, Banco Central, Comisión Europea), baja a los estados (con gobiernos tanto del PP como del PSOE), avanza hasta los gobiernos autonómicos (en el caso de Andalucía con más de 40 años de gobierno de un solo color) y acaba a los órganos de gobierno de las Universidades Públicas, en este caso, de la Universidad de Sevilla. Todo un engranaje de recortes y austericidio al que nadie ha puesto freno hasta el momento.
Esta cadena de recortes es premiada de modo que el corrupto Rodrigo Rato pasó a ser Director del FMI o el antiguo Rector de la Universidad de Sevilla, Antonio Ramírez de Arellano, el de la biblioteca que ha costado más de 9 millones de euros a la Universidad de Sevilla (sin contar los 16 millones más intereses que ahora reclama el mismo ex-Rector), sea ahora Consejero de Economía y Conocimiento.
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