“No quisiera que futuras víctimas de abusos en nuestra universidad tuvieran que pasar por el mal trago de soportar la actitud poco profesional que me encontré en el SEPRUS”
En este segundo comunicado de la serie de la Punta del Iceberg, un compañero que acudió al Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de la Universidad de Sevilla (SEPRUS), pensando que estaba sufriendo abusos por parte de la dirección de su departamento, nos relata cómo fue atendido.
En su testimonio queda reflejado una de las circunstancias más habituales en los casos de abusos laborales que venimos conociendo en nuestra sección sindical: suelen sufrirlos compañeros contratados en figuras precarias, como PDI Asociado, Interino o adscrito al Capítulo VI. Es decir, la precariedad laboral en un sistema excesivamente jerarquizado como el universitario abre las puertas a los abusos al desproteger al trabajador. Por ejemplo, aprovechar cargos académicos para intentar despedir de forma arbitraria a trabajadores en precario, incluso en periodos de excedencia por cuidados de hijos, es muy grave.
Por otro lado, resulta alarmante que una persona que acude a este servicio buscando protección y ayuda salga con la sensación de haber encontrado totalmente lo opuesto a lo que buscaba.
“Sufrí lo que estimo que fueron abusos laborales como consecuencia de solicitar una excedencia por cuidado de hijo menor de tres años. El Director de mi Departamento, sin ningún informe negativo, y sin estar yo presente, sometió a votación la continuidad de mi plaza de Profesor Asociado (algo absolutamente ilegal en esas circunstancias) y se negó, a pesar de mis reiteradas peticiones, a enviarme la información del Departamento por correo mientras sí lo hacía con compañeros que estaban de baja larga o de año sabático. Mis enérgicas protestas con argumentos legales se materializaron, finalmente, en la convocatoria de un Consejo de Departamento (al que no estaba convocado) para ver si se me abría un expediente.
Tras informar al SEPRUS, me convocaron a una reunión en la que terminé muy molesto con la actitud inquisitorial y subjetiva. En primer lugar, no me sentí comprendido o escuchado, se posicionaron desde el primer instante de parte del Director de Departamento argumentando las mismas razones que él, desconociendo que el propio Gabinete Jurídico de la Universidad me había dado, finalmente, la razón. Posteriormente, se me recriminó el tono de mis correos electrónicos al Director de Departamento, como si yo no tuviera derecho a enfadarme o indignarme cuando se estaban cometiendo presuntamente ilegalidades conmigo. Durante la reunión, en el SEPRUS me interrumpían cada dos por tres para rebatirme los argumentos, sin ni siquiera oírlos en su totalidad. Yo había leído el documento de protocolo de acoso que tenía el SEPRUS y le argumenté que en mi caso se cumplían más de 8 requisitos a lo se me dijo que “a ver si te crees que esto es una quiniela”. Fue una conversación muy tensa, nos enfrentamos varias veces. Salí con una mala sensación y sobra decir que con respecto a tomar medidas contra el presunto abusador, no pasó absolutamente nada, ni hubo consecuencias.
No quisiera que futuras víctimas de abusos en nuestra universidad tuvieran que pasar por el mal trago de soportar la actitud poco profesional que me encontré en el SEPRUS”.
Entre las 16 medidas que hemos presentado recientemente desde el SAT-US-PDI para impulsar la lucha contra los acosos y los abusos la novena propuesta es especialmente relevante frente a este testimonio:
9.- Establecer una Protocolo de Atención a denuncias a abusos y acosos en el SEPRUS, como parte de un Sistema de Gestión de la Prevención Primaria de los Riesgos Psicosociales. Este protocolo debe evitar las amenazas/avisos a las personas denunciantes de poder ser denunciadas por injurias por terceras personas, así como evitar el poner en duda de inicio el testimonio de la persona denunciante. Además, la atención a las personas denunciantes debe llevarse a cabo desde el primer momento por parte de personal especializado en violencia machista, mobbing y victimología y, además, del todo independiente del Equipo de Gobierno de la US.
Contra el Acoso: Transparencia, Apoyo Total a las Víctimas, y Tolerancia Cero