«Solicito ayuda porque alteraciones emocionales llegan a que piensen en situaciones desastrosas para mi vida»
La precariedad laboral se ceba, especialmente, en los servicios privatizados (“subcontratados”, “externalizados”) en nuestra Universidad, como la restauración, la limpieza, la informática, el mantenimiento, la jardinería, el reparto de correo interno, la seguridad, etc. A peores salarios y mayor inestabilidad laboral que en la plantilla directamente contratada por la US se suma una peor política de prevención de riesgos laborales. Todos estos componentes abren la puerta a los abusos y acosos. En esta entrega de la Punta del Iceberg informamos sobre la insostenible e injusta situación de acoso que sufre una trabajadora en la cafetería de la Escuela Superior de Ingeniería de la Cartuja donde la empresa Organización Eventos del Norte S.L. es la nueva concesionaria:
“A las 8.00 a.m. me incorporé a mi puesto de trabajo de jefe de producción y el administrador de Organización de Eventos del Norte S.L. me indicó que me fuera al puesto de caja y firmara una documentación. Le expuse que la iba a leer y me contestó que no, y aún hoy jamás la he visto ni me la ha entregado. Comienza desde este día un duro periplo jamás entendido:
Durante un mes y una semana, mi puesto es asumido por D. José Pastrana, mi horario antes de entrar en esta empresa era de 8:00 a 16:00 h. Entonces, continuamente me modificaban el turno, turnos partidos; de 12:00 a 20:00,etc. todo puedo demostrarlo.
Cuando estaba en la caja no me podía mover de ella porque si faltaba un céntimo la responsabilidad era mía, con lo cual, mis compañeros si podían comer pero yo si mi turno era continuado no podía comer, se les “olvidaba” darme permiso o venir a sustituirme. Incluso pasaba más de cuatro horas sin poder ir al baño porque ningún encargado venía a sustituirme.
Prohibían hablar a mis compañeros conmigo.
En ocasiones cuando existían gran afluencia de público recibía insultos por parte de otra compañera diciendo “la fea esa que adelante la cola”, “qué lenta es, la inútil”.
Posteriormente debido a todo estoy unos meses de baja e intento incorporarme pero la situación sigue igual. Y me vuelven a dar la baja por estrés y ansiedad en mi puesto de trabajo. Cuando me dan el alta me vuelven a bajar de puesto, ahora a auxiliar de limpieza, el nivel más bajo de nuestro convenio. La compañera que antes me insultaba sigue haciéndolo delante de clientes, de compañeros, de la encargada y todos se ríen nadie dice nada. Un día, estando en la barra delante de clientes, inventa que le he pegado y me grita e increpa diciendo que me pegará en la calle. A mí me amonestan y me suspende 30 días de empleo y sueldo y ella sigue trabajando. Me vuelve a insultar delante del administrador, de la encargada, del entonces delegado sindical, del socio del administrador y yo callada. Esto me llevó a un gran cuadro de ansiedad, terminé en el hospital.
Ahora, mis funciones son limpiar mesas, cristales, suelo y no poder hablar con nadie, cuando la encargada me veía hablar con algún cliente me gritaba y me llamaba la atención. Esta compañera a la vuelta de mi sanción no solo me sigue insultando a mí, sino que ya amenaza a mi hija que es una menor, delante de compañeros y de la encargada y nadie le dice nada. Me amenazó también diciendo que mi familia tendría que irse de mi ciudad.
Vuelven a modificarme las condiciones laborales del contrato. Ahora me indican que pasaré 4 horas en barra y otras 4 horas en el office “porque las mujeres limpiamos mejor que los hombres” y que mi horario también será modificado lunes , martes y viernes de 9:00 a 17:00 y miércoles y jueves 8:00 a 16:00.
Ahora, después del verano, cuando me vuelvo a incorporar, me colocan otra vez en la barra. En horario de 8:00 a 16:00 h., todo iba medianamente bien. Incluso les hizo falta por razones organizativas que algunos compañeros no se incorporaron y estuve en planta ático, pero según la encargada alguien del equipo directivo de la Escuela no quiere que esté en dicha cafetería.
Cuando se aproxima un juicio, he demandado porque no cobro desde hace más de un año, siempre comienza los insultos y las amenazas. Por ejemplo, cuando se acercaba el juicio del 11/10/17, la compañera empezó a bajar y a provocar para que yo saltara. Un día previo al juicio me encontraba muy mal físicamente y tuve que ir al baño. Esta compañera me estuvo increpando, insultando y provocando, pero yo no respondí porque realmente mi dolencia era otra, y tuve que bajar al baño porque estaba muy mareada y cuando subía la encargada delante de bastantes clientes me dijo que me pondría un parte por bajar al servicio, le comente que estaba enferma y que no podía más y me contestó que sí, que lo entendía que cuando no paraban de molestarme era normal pero que allí quien mandaba era ella y que si volvía a ir me amonestaría.
Lo que pretenden es que abandone de mi de trabajo, a través de vejaciones y humillaciones. Llevo trabajando 20 años en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería, y persiguen destruir mi autoestima como persona y como profesional. Durante todos estos años he trabajado con profesionalidad. He perdido bastante peso y lo sigo perdiendo, sufro continuos dolores de cabeza y cervicales por el estrés y la ansiedad. Los rasgos de ansiedad se incrementan cada vez más porque llevo literalmente más de 1 año sin cobrar absolutamente ni una nómina, incluso cuando estoy de baja los pagos no los realiza.
Solicito ayuda porque alteraciones emocionales llegan a que piensen en situaciones desastrosas para mi vida”.
Desde la sección sindical del PDI del SAT exigimos que la US tome cartas en este asunto, urgentemente, para no se vuelvan a repetir los abusos y el acoso contra esta trabajadora en la cafetería de la Escuela Superior de Ingeniería, y se le abone todo el salario que se le debe de manera inmediata.
Contra el Acoso: Transparencia, Apoyo Total a las Víctimas, y Tolerancia Cero.