Alfonso Guerra no debe formar parte del Consejo Social de la US
La propuesta que el Consejo de Gobierno de la US ha realizado respecto al nombramiento como vocal del Consejo Social de la US de Alfonso Guerra González merece nuestro más absoluto rechazo.
A efectos de fundamentar lo anterior, se hace necesario señalar los segmentos más reseñables de la trayectoria conocida de Alfonso Guerra González que han perjudicado gravemente a la comunidad.
En este sentido, destaca la vinculación del sujeto con el primer gran caso de corrupción política española desde la Transición, protagonizado por su hermano, Juan Guerra González, quien fue condenado por los hechos en 1995 por fraude fiscal. Alfonso Guerra, entonces Vicepresidente del Gobierno, mediante el Secretario General de la Vicepresidencia del Gobierno, Rafael Delgado, había nombrado a Juan Guerra como su asistente en la Delegación del Gobierno de Sevilla. De este modo, le fue otorgado a Juan Guerra un despacho en la Delegación del Gobierno de Sevilla, el cual fue utilizado por el sujeto para la realización de actividades ilícitas que le costaron la mencionada condena y que conllevaron la dimisión del mismo vicepresidente. Un ejemplo ilustrativo de esta trama fue el proyecto de recalificación de terrenos en el municipio gaditano de Barbate, para la construcción de una lujosa urbanización de tres mil viviendas, que habrían sido avaladas, según el alcalde de la localidad, por altos dirigentes del Partido Socialista Obrero Español. Esta fue una entre las muchas actividades ilícitas realizadas en el citado despacho, las cuales se manifestaron en más de 1.500 visitas en esos siete años, tal como consta en los libros de registro. Todo ello fue posible gracias al mencionado nombramiento por parte del aún vicepresidente a su hermano, como asistente, cargo que el propio Alfonso reconoció que había sido adjudicado sin nombramiento oficial alguno, ni constancia escrita. El cargo permitió a Juan Guerra el logro de licencias, recalificaciones, permisos y tantas otras gestiones realizadas en el ámbito de la Administración Pública, gracias a la influencia que esta posición le otorgaba y que fue, como decimos, posibilitada por quien ahora se pretende incluir en el Consejo Social de la US.
Forma parte de la trayectoria política y pública de Alfonso Guerra González, también, de un modo u otro, el terrorismo de Estado mediatizado por los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL) entre 1983 y 1987. La organización fue responsable de veintisiete asesinatos, torturas, delitos económicos y secuestros de personas vinculadas y otra parte no vinculadas a Euskadi Ta Askatasuna (ETA). Tales hechos coincidieron con la vicepresidencia del sujeto que nos ocupa, desempeñada entre 1982 y 1991, etapa en la que contaba, además, con un marcado poder dentro del Partido del Gobierno.
Es, por añadidura, parte de la trayectoria de Alfonso Guerra González la participación de España en la Primera Guerra de Golfo. En agosto de 1990, cuando el sujeto aun ocupaba el cargo de vicepresidente del Gobierno, la flota española parte para incorporarse a la coalición liderada por Estados Unidos, constituyendo lo que sería el preludio de la mencionada guerra. Supuso la primera implicación de España desde la Transición en un conflicto bélico de alcance internacional, conflicto que tuvo consecuencias directas en los que le seguirían y, en definitiva, en la actual belicosidad e inestabilidad de Oriente Medio.
Las consecuencias negativas de estos hechos, que pertenecen al recorrido político y público de Alfonso Guerra González, han sido profundas, y oscurecen las posibles luces de su vida política. Estas sombras, además, no forman parte de la normalidad humana, sino que son merecedoras de reproche público y generalizado, por los efectos negativos que la corrupción, el terrorismo y la intervención en conflictos bélicos internacionales tienen en nuestras sociedades. Proponer para integrar un órgano como es el Consejo Social de la US a personas que cuentan con elementos tan cuestionables en su trayectoria es un absoluto despropósito y un error manifiesto por parte del Consejo de Gobierno de la US. Alfonso Guerra no puede en modo alguno ejemplificar ni representar la participación de la sociedad en la Universidad de Sevilla ni debe interrelacionar la Universidad y la Sociedad.