El profesorado sustituto interino es imprescindible para el funcionamiento universitario. Disponer de una bolsa de personas que pueden sustituir a las múltiples bajas y diversidad de situaciones que confrontan los departamentos constituye la única ayuda para cumplir con la docencia a impartir.
Sin embargo, muchos compañeros y compañeras que trabajan como profesor/a sustituto/a interino/a (PSI) llevan sufriendo condiciones laborales muy precarias durante décadas. Mientras, el Rector mira para otro lado, cuando no se aprovecha directamente de esta precariedad laboral, intentando maximizar beneficios a cualquier coste y haciendo un mal uso de esta figura (aun cuando el Secretario de Universidades ya denunció ante el Rector dicha circunstancia). Ante esta situación de precariedad laboral insufrible, el Equipo de Gobierno de la Universidad de Sevilla debería impulsar estas medidas básicas para dignificar las condiciones laborales del PSI:
1.- Priorizar contratos a tiempo completo frente a varios a tiempo parcial. Actualmente, hay mucho PSI a tiempo parcial, impartiendo 18 créditos docentes por alrededor de 750 euros al mes. Esta situación es indigna y debería dar vergüenza el solo hecho de ofrecer este tipo de contratos.
2.- Una tabla salarial digna en el convenio colectivo. Actualmente, un PSI a tiempo completo cobra un 30% menos que el profesorado ayudante doctor. En este sentido, es una necesidad mejorar especialmente el salario del PSI a tiempo parcial. Actualmente, un contrato de PSI a 18 créditos que equivaldría a un TP13 (6 h de docencia, 6 h de Tutorías y 1 h de otras labores) conlleva un salario bruto de 791 euros mensuales, lo que equivale al 48% de lo que cobraría un PSI a tiempo completo.
3.- Un Plan de Estabilización de PSI histórico. Tal y como se hace con otras figuras de PDI, como asociados y postdoctorales, tenemos PSI en nuestra Universidad que llevan desarrollando labores docentes, y también investigadoras, durante muchos años. Estos compañeros y compañeras son de gran valor para nuestra Universidad y merecen posibilidades específicas y reales de estabilización. El Rector no puede empeñarse en negar esta realidad. Además, un plan de estabilización de este tipo ya se llevó a cabo hace unos años en nuestra Universidad y sigue siendo necesario ahora.
4.- Acabar con la desigualdad y la discriminación respecto al acceso a complementos salariales (como el de doctorado, sexenios, etc.), respecto a la restricción de permisos para estancias, la posibilidad de participar en proyectos de investigación como investigador, entre otros.