El Comité de Seguridad y Salud (CdSS) es el órgano paritario (compuesto por representación de la administración y sindical) y colegiado de participación destinado a la consulta y gestión periódica de las actuaciones de la empresa en materia de prevención de riesgos. Este comité es importante en toda circunstancia, pero en la situación actual de pandemia se trata de un órgano clave para la comunidad universitaria en la lucha contra la Covid19.
En plena pandemia, la plantilla del Servicio de Prevención de Riesgos laborales de nuestra Universidad (SEPRUS) trabaja sin descanso para adaptar las normativas ministeriales y andaluzas, y las directrices de la Conferencia de Rectores de las Universidades Andaluzas. Elabora la información pertinente y gestiona la adaptación de los espacios en tiempos record, como ahora con la PEvAU. Sin embargo, reconocer el trabajo del personal del SEPRUS no implica que estemos de acuerdo con la forma en la que éste se desarrolla, pues es manifiestamente mejorable en dos ámbitos de actuación:
En primer lugar, el trabajo de prevención desempeñado es más adaptativo que propositivo. Esto significa que, generalmente, se espera a recibir las instrucciones para adoptar las medidas, pero no se trabaja en la previsión de escenarios. Un ejemplo importante es la cuestión del aforo de las aulas. Se podría haber hecho el cálculo previo del aforo en relación a las medidas de seguridad para que los responsables de centros y departamentos pudieran saber si la docencia presencial es posible, conveniente y adecuada. Según se informó en la última reunión del CdSS, las aulas deben estar al cuarto de su capacidad, lo que a nadie se le escapa que es un problema importante para la gestión de la docencia. Vamos a empezar a gestionar un PAP sin que esta cuestión esté resuelta. Cabe argumentar que este tema es responsabilidad de los centros, pero en ese caso una coordinación SEPRUS/Centros podría haber facilitado que estos datos estuvieran disponibles para toda la comunidad universitaria antes de que se aprobara el documento de criterios para el Plan de Asignación de Profesorado (PAP) del nuevo curso, y no ha sido así. Afrontamos un nuevo PAP en las mismas condiciones de incertidumbre en las que nos hemos movido desde el inicio del confinamiento y la docencia a distancia.
En segundo lugar, las reuniones del CdSS son muy poco operativas. En las mayoría de las ocasiones, la representación de la administración de la US se limita a informar de las medidas tomadas, de una manera exhaustiva, cuando esa información se puede proporcionar por escrito, y, en su lugar, aprovechar las reuniones para prever escenarios y elaborar recomendaciones. En consecuencia, los y las asistentes nos convertimos en sujetos receptores de información y no en agentes de intervención. En este contexto, cuestiones importantes, como la no externalización de los servicios de limpieza y mantenimiento, son despachadas con un simple comentario de que no es asunto del comité, sin que se nos informe de si se han emprendido las negociaciones o simplemente si esta reivindicación ha sido transmitida a quienes corresponde.
Desde nuestra sección sindical consideramos que estas cuestiones son lo suficientemente importantes como para plantear un cambio de proceder en el CdSS en aras de favorecer la participación e implicación de la comunidad universitaria en unas tareas que, a día de hoy, son cruciales para el desempeño de nuestras actividades.