Los rankings de investigadores construidos a partir de su número total de citas contribuyen al establecimiento de marcos académicos competitivos y poco saludables
Desde hace algunos años, la Biblioteca de la Universidad de Sevilla viene publicando un ranking de investigadores adscritos a esta universidad en el que los mismos son ordenados por el número total de citas que reciben sus trabajos. Estos rankings se realizan para distintas bases de datos (Scopus, Scholar, etc.) y con una cierta periodicidad. En estos listados de investigadores que pueden filtrarse por rama, área de conocimiento y departamento, se encuentra a todo el PDI de la Universidad de Sevilla que disponga de, al menos, una cita en la base de datos correspondiente.
Desde nuestra sección sindical nos preguntamos cuál es la finalidad de la elaboración de estos rankings y su difusión entre el PDI de nuestra universidad. Como docentes, no nos imaginamos publicando las calificaciones de nuestros estudiantes ordenadas de mayor a menor. ¿Por qué la Universidad de Sevilla realiza esta práctica con sus empleados y empleadas investigadores? ¿Por qué considera una buena idea que nos midamos entre compañeros y compañeras en base a las citas que reciben nuestros trabajos publicados?
Destacar el buen trabajo de los investigadores de la Universidad de Sevilla por parte de la propia institución es una acción justa y necesaria. Sin embargo, establecer marcos comparativos y competitivos entre sus investigadores e investigadoras consideramos que contribuye a la construcción de un entorno académico poco solidario, escasamente saludable y nada equitativo. La ciencia nos indica, claramente, que cuando dos partes compiten ambas pierden en relación a un contexto sin competencia. La colaboración y el apoyo mutuo generan mejores resultados que la competitividad.
En el año 2013, fue publicada en San Francisco la Declaration on Research Assessment (DORA) en la que se aboga por una reformulación de los procesos de evaluación de la investigación de forma que se atienda más a la calidad de sus contenidos que a las cuantificaciones basadas en métricas. Desde nuestra sección sindical luchamos por una universidad centrada en estos principios y, sobre todo, instamos al equipo de gobierno de la Universidad de Sevilla a que promueva prácticas más integradoras y solidarias entre sus investigadores alejándose de aquellas más competitivas.