La precariedad laboral y los conflictos sociales se multiplican en los servicios privatizados (llamados “subcontratas” o “servicios externalizados” a modo de eufemismo) en nuestra Universidad. Las empresas intermediarias (habitualmente grandes multinacionales de servicios), totalmente prescindibles, se llevan gran parte de los beneficios mientras condenan a la precariedad a sus plantillas. Plantillas que sufren maltrato, amenazas, salarios indignos, uniformes que se caen a cachos, inestabilidad laboral, deficiencias en prevención de riesgos laborales, etc. Y todo esto cuando servicios como la limpieza, la vigilancia, la restauración, los modelos en vivo de Bellas Artes (BBAA), el reparto de correo interno, los servicios de comunicaciones e informática, el mantenimiento, la pintura, la jardinería, etc. podrían desarrollarse dependiendo directamente de la Universidad. Acabar con la privatización ahorraría costes y mejoraría la calidad del servicio y las condiciones de trabajo.
En estos días, hay conflictos y/o negociaciones abiertas con las empresas concesionarias en la Cafetería de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros (ETSI) y en el servicio de Modelos en Vivo de Bellas Artes. Tras una huelga de más de una semana, los y las compañeras de la cafetería de la ETSI han llegado a un acuerdo con la empresa (Global Food) y han frenado, por el momento, la huelga para recuperar a través de los ingresos de caja los salarios que les deben. Además, el Equipo de Gobierno de la Universidad de Sevilla (US) se ha comprometido a rescindir el contrato con la empresa al incumplir el pliego de condiciones. Una vez más, vemos que la movilización conjunta y la solidaridad sirven.
Desde el Personal Docente e Investigador (PDI) del SAT-US exigimos al Rector que no subcontrate ningún servicio más y que recupere los servicios privatizados en nuestra Universidad. En este contexto, queremos dirigir la atención hacia la figura del Gerente de la US, quien continúa en su cargo sea quien sea el Rector, siendo responsable directo de la política de privatización de servicios. ¿Quiénes y qué ganan con estas privatizaciones? Porque los y las trabajadoras y la comunidad universitaria perdemos. La Universidad Pública debe ser un ejemplo para el resto de la sociedad y con la privatización de servicios es todo lo contrario.
Mientras se acaba con la privatización, es urgente la confección de una “lista contra la precariedad” que incluya a aquellas empresas que hayan demostrado con la experiencia que no tratan a sus plantillas con dignidad (como Global Food) para no volver a contratar con ellas. Además, hay que poner en marcha un sistema de contratación con cláusulas de responsabilidad social y ambiental exigentes.
Vayamos mucho más allá por la Universidad Pública