1987: 800 plazas PDI se transformaron para no perder derechos y evitar despidos tras 40 días de huelga
CUANDO SÍ SE PUDO
El 30 de septiembre de 1987 era la fecha límite para la adaptación de las plantillas universitarias a la Ley de Reforma Universitaria (LRU). La Universidad de Sevilla comenzó el año con más de 800 profesores y profesoras contratadas bajo figuras de “Profesores No Numerarios” (PNN) que estaban amenazadas de despido y de rebaja significativa de su categoría profesional. Pero el 22 de febrero de 1987 comenzó una huelga del PDI, en coordinación con el alumnado y con PDI de otras universidades. Una huelga que duraría 40 días. Esta lucha terminó con victoria, forzando a la Junta de Gobierno de la Universidad de Sevilla a diseñar un plan de transformación (estabilización) de más de 800 plazas, con el objetivo explícito de establecer “los mecanismos necesarios que garanticen la contratación de todos los actuales Profesores No Numerarios” (cita textual del Acta de la Junta de Gobierno del 4 de junio de 1987).
Mucha gente dice que “no se puede”, que las cosas son así, etc., normalmente por desconocimiento, o en ocasiones de forma muy interesada y sibilina. Pero aquellas largas jornadas de lucha del profesorado de nuestra Universidad demostraron que sí se podía. Con unidad en las reivindicaciones y en la lucha, el PDI forzó al órgano máximo de gobierno de la Universidad a adoptar los siguientes acuerdos:
1) Aprobar la transformación de más de 800 plazas. 40 días de huelga dieron sus frutos. Las victorias no son gratis, cuestan, pero la lucha paga.
2) Cumplir con el acuerdo de “garantizar la contratación de todos los actuales Profesores No Numerarios”. La unidad de la plantilla en torno a esta reivindicación básica demostró su fuerza: ni un compañero o compañera a la calle.
3) Tramitar un expediente de regulación presupuestaria extraordinario para adecuar los presupuestos venideros. Cuando se quiere, se puede. Y cuando no se quiere y se prefiere cumplir con los recortes a defender los derechos, siempre hay alguien a quién echarle la culpa.
4) Encargar a una “Comisión de Contratación Única” el resolver los concursos de las nuevas plazas. Si bien la entonces recién llegada LRU obligaba a sacar a concurso público cualquier plaza, nuestra Universidad acordó “favorecer sin menoscabo de la legalidad vigente, que las personas que vayan a ocupar las plazas sean las mismas que hasta el momento venían ocupándolas” (ibídem). Esta medida puede interpretarse como una tergiversación de la ley para favorecer la endogamia (con el consabido “mérito preferente”), y de hecho suscitó cierta polémica entonces. Pero hoy es una realidad que la inmensa mayoría del PDI con contratos temporales – y, por tanto, con la amenaza de terminar en la calle – hemos pasado por múltiples concursos públicos de concurrencia competitiva. Esta sección sindical defiende un debate profundo sobre el modelo de Carrera Docente e Investigadora que, por un lado, contemple concursos públicos de méritos para el acceso a los distintos niveles del PDI y disponga caminos dignos y fiables para su posterior estabilización y promoción interna, frente al modelo actual de sucesivos concursos públicos que malgastan energías, tiempo y recursos.
De esta lucha de 1987 cabe sacar también una enseñanza que nuestra “patronal” ya ha puesto en práctica: nunca se deben recortar derechos a cientos de personas a la vez. Divide y vencerás. Recordemos que, desde 2008, nuestra Universidad ha perdido más de 500 plazas de profesorado por culpa de la aceptación e implantación de los recortes. Frente a esto, desde el Sindicato Andaluz de Trabajadores reclamamos la unidad de la plantilla en torno a sus colectivos organizados y su asamblea de trabajadores/as para la recuperación del empleo perdido, para exigir la aplicación de la ley con respecto a los derechos adquiridos de estabilidad y promoción interna, y por la defensa de la Universidad Pública frente al desmantelamiento paulatino que llevamos sufriendo muchos años. Exigimos un Plan de Promoción Interna y Recuperación del Talento en la Universidad de Sevilla.