Vigilantes ante el acoso
El objetivo de este comunicado sobre el acoso laboral en nuestra Universidad es doble. Por un lado, mantener este tema vivo entre la comunidad universitaria y, por otro, denunciar que a esta sección sindical nos siguen llegando, en un goteo más o menos continuo, denuncias de acoso laboral.
En el SAT-US contamos con una comisión anti-acoso formada por víctimas del acoso que se autoorganizan. Frente al acoso actuamos de cuatro formas complementarias: informando y concienciando a la comunidad universitaria, estudiando jurídicamente cada caso concreto, apoyando y empoderando a las víctimas, y denunciando a los acosadores mediante acción sindical. Aún así, aún hay muchas víctimas que no llegan a hacer públicos sus casos, ya sea por no sentirse con fuerzas para enfrentar el problema públicamente (al sentirse responsables, tener vergüenza, sufrir depresión, ansiedad, etc.) y/o por miedo a represalias. Nuestra experiencia nos dice que las víctimas se sienten mucho mejor cuando comparten la situación de acoso que sufren. Además, los acosadores suelen mantener el acoso, suelen tener marcada a la víctima para siempre, se haga público el caso o no, por lo que hacer público el caso suele servir para proteger la víctima, generar un escudo, y poner en su sitio al acosador, no para aumentar el acoso y las represalias.
Demostrar el acoso a nivel jurídico, contemplado como delito en el código penal, no es nada fácil. Es necesario que el acoso se prolongue durante un tiempo determinado y que durante ese periodo se hayan recogido pruebas suficientes. Muchas veces, los casos que llegan a esta sección sindical son inicios de casos de acoso que de no abordarse a tiempo evolucionarían en casos de acoso tal y como lo recoge el código penal, habiendo conllevado un sufrimiento brutal a las víctimas y afectando al servicio público que ofrecemos desde la Universidad. Otras veces ocurre todo lo contrario, nos llegan las denuncias de acoso demasiado tarde, por ejemplo, con la víctima sufriendo ya ataques de ansiedad y sin fuerzas para luchar. Por esto es tan importante actuar a tiempo y acabar de raíz con los comportamientos acosadores. Lamentablemente, en la Universidad de Sevilla existe un protocolo no escrito de acoso en el que participan, por acción u omisión, desde la dirección de Recursos Humanos al Equipo de Gobierno, pasando por el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales (SEPRUS). Este protocolo no escrito conlleva, entre otras prácticas, amparar a los acosadores, decir que no hay casos de acoso pues son “enfrentamientos interpersonales”, y trasladar a la víctima de destino lo que satisface en muchos casos el objetivo de los acosadores (normalmente esto sucede si la víctima es PAS). Estos traslados, en muchos casos, refuerzan la actitud de los acosadores, cargan contra la autoestima de las víctimas, cuando no directamente prolongan su sufrimiento. Además, en este proceso es clave la actitud del personal que consciente de que se está produciendo acoso mira para otro lado y amparando al acosador con su inactividad.
Desde el SAT-US animamos, una vez más, a toda persona que crea sufrir acoso en la Universidad de Sevilla que se ponga en contacto con nuestra sección sindical como primer paso. Nuestra experiencia nos dice que enfrentar el acoso de manera individual o recurrir como primer paso a la institución no suele ser eficaz e, incluso, puede conducir a la enfermedad. Hacerlo de manera colectiva empodera y frena a los acosadores. El silencio forma parte del acoso, lo que no se dice no existe. Lo que se dice y se denuncia, pueden negarlo, pero existe públicamente y podemos hacer que cambie.
Para impulsar una lucha eficaz y activa contra el acoso en la Universidad de Sevilla exigimos, de nuevo, que se que se comunique inmediatamente a todos los delegados de prevención todas las denuncias de acoso que la Universidad de Sevilla tenga conocimiento, y que se informe activamente a la comunidad universitaria sobre la existencia de delegados de prevención de riesgos laborales y los métodos para contactar en caso de pensar que se está siendo víctima de acoso. Finalmente, desde el SAT-US volvemos a exigir que se apruebe de una vez por todas el Protocolo contra el Acoso en nuestra Universidad, que llega con años de retraso. Este nuevo Protocolo debe recoger las aportaciones hechas ya por la comunidad universitaria a su borrador, de manera que sea una herramienta realmente efectiva en la lucha contra el acoso y no solo un procedimiento más para cubrir el expediente o no penalizar a los acosadores, tal y como pasa en estos momentos en nuestra Universidad.