XXV Aniversario del SARUS: No hay nada que celebrar
Nuestra Universidad, así lo dicen sus Estatutos, debe ser un espacio crítico de convivencia intercultural, donde se promueva la tolerancia y el respeto a las diferentes culturas, ideologías y creencias religiosas.
En lo que a creencias religiosas se refiere, entendemos que la búsqueda de lo espiritual puede ser una necesidad humana. Sin embargo, la historia nos enseña que las iglesias han sido, en su mayoría, un instrumento de poder para oprimir y fomentar las desigualdades, especialmente, las de género, las de clase y las territoriales, estrechamente relacionadas. Este es el caso de la Iglesia Católica cuando es manejada por su cúpula episcopal. Y que conste que diferenciamos entre una parte de las bases de la Iglesia con una visión social progresista, y su dirección y gran parte de sus bases, extremadamente reaccionarias. Sin ir más lejos, recientemente el Arzobispado de Granada ha editado el polémico libro “cásate y se sumisa” ¿Que dicho el Servicio de Asistencia Religiosa de la Universidad de Sevilla (SARUS) al respecto?: el silencio, cuando no la acción, los hace cómplices. ¿Ha condenado alguna vez el SARUS las alianzas de la iglesia católica con el régimen fascista franquista?: El silencio, cuando no la acción, les vuelve a hacer cómplices…
La Universidad debe ser laica. Debe separarse en su funcionamiento, sus estructuras, sus infraestructuras, su organigrama, etc. de todas las iglesias. Es más, si da cabida a las iglesias en su estructura, a lo que nos oponemos, debería hacerlo en igualdad. Sin embargo, desde el SAT-US hemos tenido noticias que el SARUS no da espacio a ninguna creencia religiosa que no sea la católica. ¿Dónde está la tolerancia, el respeto y la igualdad?
Por tanto, desde el SAT-US le decimos al Rector y al arzobispo castrense que dará la conferencia “el SARUS y la cultura del diálogo” que no se puede hablar de diálogo sin la condena tajante de la alianza de la Iglesia Católica con el régimen franquista, del desprecio que la jerarquía de la Iglesia Católica hace a los Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales, y a las mujeres, etc. Y que conste que entre los fundadores del Sindicato de Obreros del Campo (SOC), sindicato que está en el origen del SAT, hubo “curas obreros” como Diamantino García, cura de Los Corrales, que compartirían nuestras críticas.
En resumen, en estos XXV años del SARUS, NO HAY NADA QUE CELEBRAR. Lo que exigimos, y celebraremos, será la desaparición del SARUS.