
En cumplimiento de diferentes normativas (LO 4/2007, RD 1393/2007, Acuerdo mesa sectorial a nivel andaluz de 2009, entre otros), la Universidad de Sevilla presentó en diciembre de 2012 su plan de Evaluación Quinquenal de Evaluación de la Docencia, Docentia, para ser aprobado por la ANECA, modelo que no contaba con la aprobación de los sindicatos. El modelo ha sido aprobado por la ANECA con condiciones y aspectos que hay que cambiar o definir mejor.
En estos momentos estamos en otro proceso de negociación entre sindicatos y Equipo de Gobierno de la US sobre Docentia y las respuestas que la ANECA solicita. A continuación informamos de algunos aspectos relevantes de esta negociación en estos momentos:
El documento de evaluación quinquenal de la docencia establece como objetivo la mejora de esta docencia. Para ello se basa en cuatro fuentes de incorporación de información: la inspección docente, el alumnado (fundamentalmente a través de las nefastas encuestas), los decanatos y direcciones, y un autoinforme del profesorado. La resolución de la evaluación (que será obligatoria para todo el PDI) será desfavorable o favorable. En el primer caso, se expone que cuando no se cumplen los requisitos del encargo docente evaluado por la inspección, la evaluación pasará a ser desfavorable independientemente del resultado de las otras fuentes de información. La inspección tendría en cuenta aspectos como tener tutorías o clases no impartidas y no justificadas, retraso en el cierre y/o firma de actas, o tener abierto un expediente disciplinario. Desde el SAT nos oponemos a esta medida por las siguientes razones:
(1) La US es la única universidad en Andalucía que toma datos de los servicios de inspección docente para esta evaluación. En el resto de universidades la información procede del alumnado y del autoinforme, quedando el personal de la US en condiciones más desfavorables que el resto del PDI andaluz;
(2) Una evaluación desfavorable por tener falta leve o grave según el Estatuto Básico del Empleado Público significaría una doble penalización, por la inspección y por una evaluación docente desfavorable, por lo que nuestra línea a seguir será el solicitar la exclusión de los servicios de inspección como fuente de información.
Además, creemos firmemente que una evaluación desfavorable no debe en ningún caso ser punitiva, todo lo contrario, será información importante para poner en marcha los mecanismos necesarios para la mejora de dichos indicadores, proporcionando al profesorado en cuestión la ayuda necesaria en aras a conseguir el objetivo de la US que es conseguir que todo el profesorado tenga una evaluación favorable. El actual modelo no solo es punitivo, sino que además no contempla la dedicación docente, la diversidad de la docencia, el alumnado tutelado, las condiciones en los departamentos, etc.; indicadores que deberían reflejarse en la evaluación como se hace en otras universidades andaluzas.
En un marco general, desde el SAT creemos que el profesorado deberá ser evaluado cuando todos los mecanismos de gestión superiores cuenten igualmente con un plan de evaluación. Comenzar con una evaluación punitiva por el último eslabón de la cadena, no solo es discriminatorio, sino injusto, dado que la “calidad” de la docencia no depende solamente del buen hacer del profesorado; ignorar la actuación de otros niveles de gestión en este proceso significa poner toda la carga en el más desfavorecido ocultando por tanto importantes procedimientos que afectan y que no están siendo considerados.
En defensa de la Universidad Pública y de Calidad