¿Botellitas de agua en la Universidad de Sevilla?
Varias ciudades en todo el mundo y más de 90 universidades y facultades en Estados Unidos, desde Harvard a Seattle, y otros países han prohibido la venta de botellitas de agua o han puesto en marcha campañas para disminuir su uso.
En la Universidad de Sevilla se consumen anualmente más de 300.000 botellitas de agua al año en todos sus campus (en bares y máquinas expendedoras), cuando existen fuentes con agua fresca y otros puntos donde poder hidratarse. En Sevilla contamos con un agua potable de suministro público de calidad. Sin embargo, cada vez más gente entra en la moda de consumir agua en botellitas de plástico. El consumo de agua embotellada ha aumentado un 67% en la última década, lo que resulta en el uso de de unos 5.000 millones de botellas de plástico al año.
El agua embotellada conlleva importantes impactos ambientales tanto en su fabricación (extracción de agua, utilización de combustibles fósiles, emisión de gases con efecto invernadero (GEI)), como en su transporte (consumo energético y emisión de GEI) y tras su consumo (gestión de residuos). La mayoría de las botellas están hechas de polietileno, un plástico que con el paso del tiempo desprende sustancias perjudiciales para la salud, de ahí que se recomienda evitar rellenar o guardar las botellas de manera prolongada. Además, los sistemas de control sanitario del agua potable del grifo suelen ser mejores que los del agua de las botellitas. Por otro lado, la mayoría de las botellitas de agua en nuestra Universidad acaban en las papeleras y no se reciclan. Y una botella de plástico abandonada en el entorno natural puede tardar siglos en biodegradarse. También debemos tener en cuenta que la mayor parte del costo del agua embotellada se basa en la botella, un negocio controlado por multinacionales como Nestlé, la mayor empresa de embotellamiento de agua y una de las implicadas en la privatización del agua a nivel mundial que está provocando acaparamiento de tierras y expulsión de campesinos e indígenas de sus territorios ancestrales. Por otro lado, en nuestra Universidad también se venden botellas de agua Eden, una empresa israelí que se beneficia de la ocupación del Golán.
La Universidad Pública debe ser un ejemplo de sostenibilidad ambiental y responsabilidad social para la sociedad. En este sentido, desde la sección sindical del Sindicato Andaluz de Trabajadores/as en la Universidad de Sevilla (SAT-US) pedimos al equipo de gobierno de nuestra Universidad que estudie la posibilidad de prohibir la venta de botellitas de agua en la US o, en su defecto, poner en marcha una campaña para reducir su consumo. Con este objetivo, pediremos sendas entrevistas con la Unidad de Sostenibilidad, el Vicerrectorado de Infraestructuras y el SACU. Somos conscientes de que esta medida representaría solo una muestra simbólica de un problema mucho más grave y profundo anclado en el modelo productivo y de consumo actual, pero pensamos que la Universidad debe abrir camino en pro de la conservación ambiental.