El pasado 23 de junio se reunió la Comisión de Garantía del Marco Andaluz de la Actividad Docente del Profesorado en la Universidad de Sevilla, de la que forma parte el SAT-US, con el objetivo de continuar con los trabajos en la respuesta a la ANECA sobre la Evaluación Quinquenal de Evaluación de la Docencia, Docentia, respondiendo a las condiciones y aspectos que hay que cambiar o definir mejor según la Agencia Evaluadora. Sobre estas reuniones ya informamos previamente.
Recordamos que desde el SAT-US venimos trabajando en este modelo de evaluación de la docencia para mejorarlo al máximo, en actitud de buena voluntad y para que la plantilla de PDI disfrutemos del mejor modelo posible dentro de una evaluación que no compartimos ni en el fondo, cómo está diseñada, ni en las formas de llevarla a cabo.
Los trabajos que hemos ido desarrollando en los últimos meses han llevado a que la respuesta que la Universidad de Sevilla debe enviar a la ANECA ya está prácticamente terminada, incorporando sustantivas mejoras tras muchas reuniones de debate sobre indicadores y pesos de los mismos. Básicamente las fuentes de información para la evaluación del profesorado son cuatro: el alumnado (las encuestas), el profesorado (auto-informe), el centro y departamento (informes), y bases de datos de la US. El documento final incorpora novedades y mejoras en las cuatro fuentes, tanto en la información recogida, como en su valoración, así como en el peso final en la calificación final.
1.- Estudiantes: la encuesta parece que sigue siendo la misma, si bien, desde el rectorado dijeron que la modificaríamos cuando se propusiese. Este es un tema, pues, en el que hay que seguir trabajando y realizar una propuesta concreta. El peso de esta fuente ha bajado 7,5 puntos directos de la puntación global, ha pasado del 38% en la valoración final al 34%.
2.- Profesorado: el auto-informe del profesorado ha incrementado tanto en su peso como en la modulación de la evaluación proporcionada por otras fuentes, computando proporcionalmente más que antes.
3.- Las evaluaciones del centro y del departamento, que emiten informes sobre la labor docente, se han minimizado, tanto en los indicadores a valorar como en su peso final en la calificación global.
4.- Las bases de datos: información institucional que recoge las entregas de proyectos, programas, cursos de innovación, etc.. El rectorado se ha comprometido en que periódicamente el profesorado reciba información sobre lo que aparece en su base de datos, con el objetivo de que pueda justificar cualquier anomalía o incidencia que observe en su propio informe. Su peso ha sido relativizado y los criterios a tener en cuenta se han visto modulados.
En el informe original los servicios de inspección computaban en la evaluación; en el informe actual su valoración solo será tenida en cuenta cuando existan datos documentados de incumplimiento grave de las obligaciones docentes, pero no valora como fuente de información. Adicionalmente, en un cómputo de 1 a 100, se considerará la excelencia a partir del 85. Las consecuencias de una evaluación desfavorable son reversibles, en el momento que el profesorado cumpla el plan de mejora propuesto por la comisión de evaluación, y son reevaluables según el criterio de la Comisión de Evaluación y teniendo en cuenta la casuística particular de cada caso que se presente. Además hay que añadir que el plan es quinquenal.
Actualmente, el informe final se ha enviado para su validación por la ANECA. Desde el SAT-US añadimos que, dado que nos encontramos en un momento de transición con un gobierno en funciones y por lo tanto no se pueden tomar decisiones de política universitaria, entendemos que tampoco se pueden hacer las modificaciones necesarias -en los estatutos ni el reglamento de actividades docentes- para poder llevar a cabo este plan de evaluación con las modificaciones que se proponen; por lo que hay que ser conscientes que este plan, su aprobación y su puesta en marcha, está todavía en el aire. Confirmamos que desde el SAT-US hemos contribuido a mejorar el documento hasta donde ha sido posible, pero finalmente no podemos apoyar este modelo de evaluación de la docencia, en el que se detalla hasta el más mínimo indicador para el profesorado, sin contemplar ninguna evaluación para todos los organismos que le preceden, organizan y determinan en muchos casos su labor docente, si bien damos nuestro apoyo que se tramite el documento.
Finalmente, preguntamos qué pasa con el PDI que no ha pasado las encuestas presencialmente en sus clases (desde esta sección sindical llamamos el curso pasado a un boicot a este sistema de evaluación), o quienes no pueden ser evaluados (las practicas). En este punto quedó claro por parte de la administración de nuestra Universidad que todo el PDI que desarrolle su docencia según las normas establecidas y sin mayores problemas, obtendrá su certificado de docencia positivo tal y como viene haciéndose hasta el momento. Estos últimos días, como cada inicio de curso, hemos vuelto a recibir instrucciones sobre las encuestas al estudiantado, unas encuestas mal diseñada y sin sentido. Desde el PDI del SAT-US llamamos al profesorado a no participar en este proceso hasta que tenga unas mínimas garantías de calidad.
En defensa de la Universidad Pública y de Calidad