Una huelga en exámenes por los derechos del alumnado
Desde el Equipo de Gobierno de nuestra Universidad, con el Rector a la cabeza, se dice que el profesorado está tomando al alumnado como “rehén” al plantear una huelga durante exámenes. Nada más lejos de la realidad. La huelga a la que más de 700 profesores y profesoras han votado favorablemente y que se desarrollará durante los exámenes de enero-febrero de 2014 viene a defender un diálogo sin trampas ni cartón en nuestra Universidad, a recuperar los derechos perdidos por la plantilla y el alumnado. Este último punto se refleja claramente en una de las ‘líneas verdes’ de la huelga que el Rector se niega a cruzar, la puesta en marcha de un Plan Propio de Becas para el alumnado que no puede seguir sus estudios por falta de dinero.
El que realmente está tomando como rehenes al alumnado, y no solo alumnado sino a nuestra Universidad en su totalidad, es el Rector cuando, por un lado, lanza una retórica de oposición a los recortes y, por otro, los pone en marcha sin parar; ya sea los que les vienen impuestos desde arriba u otros productos de su propia autonomía universitaria. Sin ir más lejos, desde el alumnado se le están exigiendo al Rector desde hace meses varios aspectos como un pago fraccionado de la matrícula a lo largo de todo el curso, un Plan Propio de Becas y/o el mantenimiento del expediente académico activo durante un cierto tiempo para quien llegado el cobro de la matrícula no pueda afrontarlo, estudios gratuitos para conseguir el obligado nivel B1 de inglés, como ocurre en otras universidades, y una reducción del precio del Máster que lo equipare al Grado para luchar contra la segregación del estudiantado por motivos económicos. Aunque algunas de estas reivindicaciones del alumnado depende del Gobierno Andaluz, el Rector de nuestra Universidad podría hacer mucho debido al peso que tiene la Universidad de Sevilla en Andalucía. Y aquí es necesario recordar que miles de estudiantes no han podido matricularse este curso en nuestra Universidad por falta de dinero.
Como vemos, si alguien se enfrenta al alumnado en estos momentos es el Rector, no el profesorado. De hecho, nuestra afiliación durante su participación en las asambleas mixtas de campus, donde participan PAS, PDI y estudiantes, está comprobando que la huelga en exámenes cuenta con el apoyo de una parte importante del alumnado. De hecho, ya son varias las asambleas mixtas de campus que han hecho suyas las tres ‘líneas verdes’ que el Rector debe cruzar para evitar la huelga. Gran parte del alumnado comprende que si no se para la dinámica actual de recortes y se recuperan los derechos perdidos en los últimos años, la Universidad Pública será cada vez menos pública, menos democrática y de menor calidad, y que en esta batalla estamos juntos la plantilla y el alumnado. De hecho, este es el modelo de organización de las mareas públicas. Por ejemplo, la Marea Blanca que ha parado en Madrid la privatización de seis hospitales apoyó la huelga convocada por los sindicatos, una Marea donde se unen usuarios y plantillas. De igual modo funciona la Marea Verde en Educación. Por lo tanto, los intentos del Rector de enfrentar al profesorado con el alumnado y con la sociedad en general, además de mal intencionados, reman en contra del espíritu reinante de defensa de los servicios públicos.
Cuando una huelga en la recogida de la basura finaliza se recogen los desperdicios acumulados en la calles. El objetivo de una huelga en exámenes no es acabar con la evaluación, sino acabar con los recortes, por lo que una vez alcanzados los objetivos se retomaría la evaluación. Del Rector depende ahora que haya diálogo, en una Mesa de Negociación, antes o después de una huelga en periodo de exámenes.