Contra el neoliberalismo patriarcal: ¡defiende tus derechos!
Tras más de dos siglos de luchas feministas, y en un momento en el que se ha extendido el discurso que insiste en que el feminismo es algo obsoleto, queremos salir a la calle este 8 de marzo para reivindicar el valor y actualidad de las propuestas feministas.
Una mirada hacia atrás, que siga la historia de este movimiento, nos permite constatar los logros conquistados, pero también el retroceso que está suponiendo en materia de derechos sociales y políticos el avance del neoliberalismo y la subida al poder de los gobiernos conservadores.
Desde hace años, los movimientos de mujeres de los países del Sur vienen denunciando las terribles consecuencias que las Políticas de Ajuste Estructural, impuestas desde el BM, el FMI y las diferentes instancias gubernamentales, tienen para sus vidas.
Los periodos de crisis no sólo tienen efectos desiguales en hombres y mujeres, sino que además vienen acompañados de reformas estructurales que, bajo la excusa de la crisis, suponen una clara pérdida de derechos para importantes sectores de la población, y especialmente para los colectivos más vulnerables, como las mujeres.
Ahora, en el Día Internacional de la Mujer, queremos denunciar desde Andalucía las gravísimas consecuencias que estas políticas y el desmantelamiento de nuestro -de por sí raquítico- Estado de Bienestar está teniendo sobre las mujeres. Las medidas y reformas realizadas tanto por el anterior Gobierno del PSOE como por el actual Gobierno del PP han supuesto una pérdida de los derechos conquistados hace años por las mujeres y la clase trabajadora. La reforma laboral, el endurecimiento de las leyes de extranjería, el pensionazo, las privatizaciones encubiertas, los recortes en gastos sociales realizados por el PSOE no hicieron sino empeorar la desigualdad histórica de las mujeres. Las reformas posteriores del PP han venido a agravar aún más está situación.
Las actuales políticas de ajuste y las reformas que nos están imponiendo desde el FMI, el BM y la Unión Europea, y que son asumidas por nuestros gobiernos, se ponen al servicio del mercado y de los bancos, pero se hacen a costa de las mujeres, y otros grupos sociales.
El 35,02% de las mujeres mayores de 25 años está en paro en Andalucía, cifra que se eleva hasta el 62,41% a las jóvenes menores de 25 años, según la EPA de Diembre de 2012. Es decir, cuatro de cada diez mujeres andaluzas en edad de trabajar están desempleadas. Además, aumenta, la concentración de las mujeres en los empleos más precarios, temporales y peor remunerados.
Esta realidad se agrava en el medio rural, donde se ha acentuado la situación estructural de desempleo femenino, la falta de alternativas laborales para las mujeres jóvenes, la precariedad de las jornaleras del campo, la escasez de recursos de las mujeres agricultoras. En un contexto en el que las mujeres soportan buena parte del peso de la globalización agroalimentaria, se acentúa la brecha que las sitúa en el eslabón más débil de este sistema que ha hecho del campo, de la tierra y de la alimentación un negocio.
A la falta de reparto del trabajo doméstico entre hombres y mujeres y a la ineficacia de las políticas de conciliación de la vida laboral y familiar, debemos sumar la sobrecarga de trabajo que para las mujeres está suponiendo la recensión actual de las economías familiares. La especulación sin límites en el sector inmobiliario y el incremento de los desahucios en este último año están llevando a muchas mujeres a condiciones extremas de desamparo y pobreza, siendo ellas quienes siguen asumiendo buena parte del mantenimiento de las familias.
La congelación de las ayudas de la Ley de Dependencia no sólo está llevando a una situación de abandono y vulnerabilidad a importantes sectores de la población, sino que además hace que vuelva a recaer sobre las mujeres la responsabilidad y el trabajo de todas las tareas de atención y cuidados, tan fundamentales para la vida.
Los recortes que estamos sufriendo en educación y sanidad constituyen un atentado contra una de las reivindicaciones
históricas del movimiento feminista: el derecho a una educación y a una sanidad pública, gratuita y de calidad, como una vía básica para lograr la liberación y autonomía de las mujeres. Especialmente grave e indignante es la reciente reforma que niega a las personas inmigrantes en situación irregular el acceso al sistema sanitario público, lo que supone la desprotección social de muchas mujeres inmigrantes y de sus hijas/os.
Asimismo, nos preocupa las consecuencias que otras reformas conservadoras puedan tener para las mujeres, como la Ley de Tasas, que niega el acceso gratuito al sistema jurídico. Como han denunciado las organizaciones feministas, la implantación de esta ley afectará a las denuncias de casos de violencia de género y se convertirá en un obstáculo en los procesos de divorcio, haciendo que muchas mujeres vuelvan a soportar situaciones familiares insostenibles e injustas.
Junto a ello, denunciamos los intentos del Gobierno por implantar una de las leyes del aborto más conservadoras; una ley que negará el derecho de la mujer a decidir sobre la interrupción voluntaria del embarazo legal, seguro y gratuito, en un contexto en el que en la mayoría de los países europeos se han logrado importantes avances en este terreno.
Porque es importante salir a la calle a gritar nuestras reivindicaciones más elementales. Porque hay que fortalecer la organización de las mujeres para frenar el desmantelamiento de los derechos conquistados tras más de dos siglos de luchas feministas. Porque no entendemos la lucha feminista sin la lucha contra el capitalismo, como no entendemos la lucha contra el capitalismo sin la lucha contra la opresión de la mujer. Porque hoy, más que nunca, tenemos que unirnos para construir otro mundo que no sólo es posible, sino cada vez más necesario.
Por todo ello EXIGIMOS:
- La derogación de la Reforma Laboral y la implementación de políticas de empleo que garanticen los derechos de las mujeres trabajadoras. ¡Basta ya de precariedad, eventualidad y flexibilidad laboral!
- El reparto del trabajo doméstico, la reducción de la jornada laboral y políticas efectivas de conciliación de la vida laboral y familiar. ¡Por unas políticas al servicio de la vida y no del mercado!
- El incremento de los gastos sociales y la colectivización de los cuidados. ¡No a la congelación de la Ley de Dependencia!
- El cese de las privatizaciones y la defensa de los servicios públicos. ¡Por una educación y una sanidad públicas, gratuitas y de calidad! ¡No a la Ley de Tasas!
- La paralización total de los desahucios. ¡Por una vivienda digna para todas las mujeres!
- La derogación de la Ley de Extranjería y de todas las medidas que niegan los derechos de las mujeres inmigrantes.
¡Ninguna mujer es ilegal!
- Plan especial de protección de la mujer rural que implique la no desaparición del REASS, la restitución de los derechos vulnerados por el decretazo y la reforma agraria.
- La paralización de la nueva ley del aborto. ¡Por el derecho de las mujeres a decidir! ¡Derecho al aborto legal, seguro y gratuito!
¡La crisis que la paguen ELLOS!
Contra el neoliberalismo patriarcal: ¡defiende tus derechos!
¡TODOS los derechos para TODAS las mujeres!