Un grupo de Investigación de la US colabora con Airbus Military
09/24/2012 - 16:00 / satus /  
  • La Declaración Mundial de la Educación Superior de 1998, generada por la UNESCO en la mayor iniciativa histórica ligada a las universidades, estableció sin lugar a dudas el deber de la institución con la defensa de la paz, lo que implica a sus labores docentes e investigadoras y atañe a todo
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  • La Declaración Mundial de la Educación Superior de 1998, generada por la UNESCO en la mayor iniciativa histórica ligada a las universidades, estableció sin lugar a dudas el deber de la institución con la defensa de la paz, lo que implica a sus labores docentes e investigadoras y atañe a todos sus miembros. En esta línea se sitúan los movimientos universitarios más relevantes, como la Carta Magna de los rectores europeos, que se refiere al porvenir de la humanidad y al respeto al entorno y a la vida. En la misma línea abundan las declaraciones asociadas al Espacio Europeo de Educación Superior. Así por ejemplo, el Convenio de Lisboa de 1997 sentencia que la educación superior debe desempeñar una función fundamental en la promoción de la paz. La Ley Orgánica de Universidades señala que: “Esta ley no olvida el papel de la universidad como transmisor esencial de valores”. Es más: “la acción de la universidad no debe limitarse a la transmisión de saber; (..) el fomento del valor del diálogo, de la paz y de la cooperación entre los pueblos, son valores que la universidad debe cuidar de manera especial”. Los Estatutos de la Universidad de Sevilla indican que esta institución se encuentra “al servicio, dentro del marco constitucional, del desarrollo intelectual y material de los pueblos, de la defensa de los Derechos Humanos, del Medio Ambiente y de la Paz.”. Luego, no existe ninguna duda normativa sobre cuál es la relación entre el quehacer docente e investigador de la universidad y los valores asociados a la paz, a la tolerancia, a la cooperación entre los pueblos, a los Derechos Humanos... No es necesario culminar un curso de ética de la investigación, por ejemplo, para observar que toda actividad universitaria que se derive en desarrollo, avance o robustecimiento de la industria militar colisiona con los principios señalados.

 

  • A pesar de ello, estos principios son abandonados en las ocasiones en que algunas líneas de investigación y algunos convenios con entidades no universitarias prometen generar réditos académicos o monetarios. Tal comportamiento muestra que tales réditos se encuentran por encima de la ética, hábito que no por ser frecuente deja de ser fuertemente criticable en la institución superior de educación y construcción de conocimiento. Acaba de ser publicado en el Boletín de Noticias de la US un nuevo movimiento en este sentido: la colaboración entre un grupo de investigación de la US y la empresa AirbusMilitary. La razón de ser de ambos socios es obvia: los primeros son especialistas en creación de conocimiento; los segundos, en industria militar. El objetivo de esta nota no es cargar las tintas contra un grupo de investigación concreto, sino denunciar que este ejemplo muy reciente, como otros que nos acompañan en nuestra universidad, atentan contra la razón de ser de esta institución, que en casos como este no puede esconderse en la aparente neutralidad del conocimiento científico ni en la acuciante necesidad de obtener fondos externos sin atender al destino final de nuestra actividad. 

 

  • Comunicado de la 'Plataforma por una Universidad Pública, Democrática y de Calidad. Stop Bolonia'